
El equilibrista estonio Jaan Roose logró una hazaña impresionante al cruzar de Asia a Europa sobre una cuerda floja, convirtiéndose en la primera persona en realizar este desafío. La travesía, que tuvo lugar en el icónico Puente del Bósforo en Estambul, Turquía, duró 47 minutos y dejó asombrado al mundo.
Un Cruce Inolvidable
Roose caminó a 65 metros de altura sobre el estrecho del Bósforo, que separa los dos continentes, en una demostración de habilidad y resistencia. A lo largo de la caminata, el equilibrista enfrentó distracciones y el agotamiento físico, pero su enfoque y constancia lo ayudaron a culminar con éxito.
“A lo largo del trayecto tuve momentos en los que necesitaba descansar los brazos debido a calambres. Mientras descansaba, pude disfrutar de la vista de la ciudad antigua de Estambul”, comentó Roose en una entrevista.
Desafíos y Distracciones
La caminata no fue sencilla. Además de la altura y el esfuerzo físico, Roose tuvo que lidiar con el ruido del tráfico, sirenas y aviones que volaban cerca de la cuerda floja. A pesar de estas distracciones, el estonio mantuvo su concentración y avanzó con firmeza.
“La cuerda floja se extendía por encima del puente, lo que significa que también pasaba por encima de los coches. El ruido era constante, pero logré mantener el enfoque”, explicó.
Una Trayectoria Destacada
Jaan Roose no es un desconocido en el mundo del slackline. Este campeón estonio ha logrado importantes hazañas en su carrera, incluyendo un doble salto mortal hacia atrás sobre una cuerda floja. Además, ha sido parte de la gira mundial de Madonna en 2012 y ha trabajado como doble en películas de Hollywood.
Con 55,400 seguidores en Instagram, Roose continúa desafiando los límites de lo posible, inspirando a millones con sus proezas. Su más reciente cruce entre dos continentes en Turquía es una muestra de su increíble destreza y valentía.
El Puente del Bósforo y la bandera de Turquía fueron testigos de esta hazaña que quedará grabada en la historia del slackline y el deporte extremo.
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