
El 1 de octubre de 2024, tras rendir protesta como presidenta de México, Claudia Sheinbaum definió su estrategia de seguridad, centrada en cuatro ejes clave, continuando la política de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador. Durante su primer mensaje al Congreso de la Unión, Sheinbaum reafirmó que no declarará la guerra al narcotráfico, enfocando sus esfuerzos en un enfoque de justicia y bienestar social.
Los cuatro ejes de la estrategia de seguridad:
- Atención a las causas: Se buscará atender las raíces sociales de la delincuencia, dando énfasis a los programas de apoyo social para jóvenes y adultos, con el fin de ofrecerles alternativas de vida alejadas del crimen organizado.
- Inteligencia e investigación: Se priorizará el uso de labores de inteligencia y coordinación en investigaciones conjuntas para garantizar la justicia y reducir los índices de impunidad.
- Fortalecimiento de la Guardia Nacional: La Guardia Nacional seguirá siendo un pilar en la seguridad del país, bajo la supervisión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a la cual se integró formalmente. Sheinbaum defendió esta medida, argumentando que la incorporación a la Sedena no implica una militarización, sino una mayor estructura y fortaleza para la institución.
- Cero impunidad: Se subrayará la importancia de combatir la impunidad, asegurando que los delitos sean investigados y sancionados. La presidenta también destacó la necesidad de una estrecha colaboración entre los niveles de gobierno y la Fiscalía General de la República (FGR).
Sheinbaum reafirmó su compromiso con el “humanismo mexicano”, siguiendo los pasos de López Obrador, a quien calificó como “el mejor presidente del mundo”. Aseguró que la búsqueda de paz y seguridad estará enmarcada en la justicia social, apoyada por los programas y políticas que continúan vigentes.
En relación con la Guardia Nacional, Sheinbaum enfatizó que su gobierno tendrá control sobre esta fuerza, y será ella quien designe a su comandante, además de ser la cabeza de las Fuerzas Armadas del país.
Aunque no mencionó explícitamente si seguirá con las reuniones diarias del Gabinete de Seguridad, como hacía AMLO, la nueva presidenta aseguró que su administración ajustará las estrategias de seguridad cuando sea necesario, manteniendo la colaboración entre todas las instancias involucradas en la materia.