
El huracán Jhon no solo dejó destrucción en Acapulco, sino que ahora los habitantes enfrentan una grave escasez de agua potable. La creciente del río Papagayo provocó el colapso de los cuatro sistemas de bombeo que abastecen a casi 600 mil personas en la ciudad.
Ante la falta de agua, los acapulqueños han buscado alternativas, utilizando cubetas y garrafones para acarrear agua desde manantiales, escurrimientos y arroyos. En la colonia Francisco Villa, por ejemplo, los vecinos almacenan agua de un manantial cercano, lo que les ha permitido cubrir algunas necesidades básicas como la limpieza y el lavado de ropa.
“Con el paso del huracán Jhon estamos racionando el agua almacenada para mantener algo en casa”, comentó Bárbara López, residente de la zona.
La Universidad Autónoma de Guerrero también ha instalado una planta potabilizadora para apoyar con agua potable a los habitantes, ya que el líquido ha comenzado a escasear incluso en las purificadoras locales.
“Estamos usando agua purificada para beber y compramos pipas para las tareas domésticas porque no tenemos agua potable”, señaló Shaila Cabrera, una habitante afectada.
A pesar de los esfuerzos, muchas familias han agotado sus reservas de agua. Ramiro Urquizo, vecino de la colonia, expresó su preocupación: “Teníamos un tinaco y algunos tambos, pero ahora ni las pipas están surtiendo”.
De acuerdo con la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA), los sistemas de distribución podrían restablecerse el próximo lunes, aunque el servicio se normalizaría hacia el jueves o viernes de la próxima semana.