
La lluvia de meteoros Oriónidas, formada por los escombros del famoso cometa Halley, alcanzará su pico este año entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, ofreciendo a los entusiastas de la astronomía una oportunidad de disfrutar de este fenómeno natural. Aunque el cometa Halley no será visible hasta 2061, los meteoros que deja a su paso se manifiestan anualmente y son especialmente esperados por los observadores del cielo.
Este año, se espera una tasa de entre 10 y 20 meteoros por hora, según la Sociedad Americana de Meteoros, y el mejor momento para observarlos será después de la medianoche, cuando la constelación de Orión esté en su punto más alto en el cielo.
Condiciones para la observación
A pesar de que la luna llena alcanzó su punto máximo la semana pasada, su luz no interferirá demasiado en la visibilidad de los meteoros. Los expertos sugieren mirar en la dirección opuesta a la luna para evitar su resplandor y así captar mejor los meteoros más débiles. Las Oriónidas seguirán siendo visibles hasta el 22 de noviembre, lo que permitirá múltiples noches de observación.
¿Qué esperar de las Oriónidas?
Las Oriónidas suelen ser brillantes y rápidas, y en ocasiones, algunas partículas más grandes generan bolas de fuego, meteoros excepcionalmente brillantes que pueden ser más luminosos que el planeta Venus. Este fenómeno ocurre cuando los fragmentos del cometa Halley entran en la atmósfera de la Tierra y se desintegran, creando los destellos que podemos observar desde la Tierra.
Recomendaciones para observar la lluvia de meteoros
Para una mejor experiencia, la NASA recomienda a los observadores sentarse al aire libre al menos 30 minutos antes del inicio de la lluvia, lo que permite que sus ojos se adapten a la oscuridad. También es ideal encontrar un lugar elevado con cielos despejados y poca contaminación lumínica. Robert Lunsford, de la Sociedad Americana de Meteoros, añade que observar este tipo de eventos es una forma especial de “estar en contacto con la naturaleza y ser parte del universo”.
Con el paso del tiempo, la Tierra seguirá interactuando con los escombros del cometa Halley, brindando cada año este espectáculo celeste tanto en mayo con las Eta Acuáridas como en octubre con las Oriónidas, una oportunidad para los amantes de la astronomía de admirar la belleza del cosmos.