La Habana, 21 de octubre de 2024 – Después de cuatro días de apagón, el 50% de la población de La Habana, capital cubana con dos millones de habitantes, recuperó este lunes el servicio eléctrico. Este restablecimiento parcial fue confirmado por la Empresa Energética de La Habana, mientras la isla enfrenta los efectos de la tormenta tropical Oscar, que ha afectado principalmente el este del país sin causar mayores daños según los primeros reportes.
El apagón, que comenzó el viernes pasado debido a la desconexión total del sistema eléctrico tras la caída de la planta termoeléctrica Antonio Guiteras, la más importante del país, dejó a la isla en una situación de “emergencia energética”, según el gobierno cubano. Las autoridades han trabajado intensamente para restablecer el servicio, logrando restablecer el 50% de la capacidad en La Habana este lunes.
Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas, había prometido que el servicio sería reestablecido para la mayoría de la población antes del lunes por la noche. A pesar de estos esfuerzos, durante el fin de semana se registraron protestas en algunos barrios de la capital debido a la prolongada falta de electricidad, agua y gas.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reconoció que la situación del sistema eléctrico sigue siendo “compleja”. Además, advirtió que aquellos que intenten “provocar alteraciones del orden público” o participen en actos vandálicos durante la crisis energética serán procesados conforme a las leyes del país.
Por otro lado, la tormenta tropical Oscar ha generado marejadas e inundaciones en la costa norte de las provincias de Guantánamo, Holguín y Las Tunas, provocando daños en viviendas y derribando postes y árboles en la ciudad de Baracoa. A pesar de la degradación de Oscar de huracán a tormenta tropical, las autoridades mantienen medidas de protección en varias provincias del este de la isla.
Las autoridades también han informado que las clases y actividades laborales no esenciales estarán suspendidas hasta el miércoles, mientras se enfocan en garantizar el funcionamiento de hospitales y servicios vitales para la población.
Cuba enfrenta una grave crisis energética, agravada por la escasez de alimentos y medicinas, una inflación descontrolada y apagones prolongados, lo que ha profundizado la crisis económica más severa en tres décadas.