
A un año del devastador impacto del huracán Otis, el puerto de Acapulco sigue lidiando con las secuelas económicas y sociales que dejó a su paso. Otis golpeó con fuerza el 23 de octubre de 2023, arrasando tanto con las zonas populares como con las áreas turísticas más exclusivas del puerto.
Impacto en infraestructura y servicios
El huracán, con vientos superiores a los 250 kilómetros por hora, causó daños estructurales significativos en viviendas, playas y hoteles. No quedó un solo hospital en condiciones de atender a los pacientes, lo que complicó aún más la situación en medio de la crisis humanitaria que se vivió. “Sí pegó muy fuerte, muy fuerte el huracán en Guerrero, en la costa grande en Acapulco”, señaló en su momento el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Escasez de alimentos y saqueos
La falta de alimentos y agua potable fue uno de los problemas más graves tras el impacto de Otis. Durante días, los habitantes de Acapulco caminaban en busca de víveres, mientras la crisis alimentaria desató saqueos en tiendas departamentales. Comerciantes y ciudadanos observaron con desesperación cómo la necesidad llevó a algunos a actos de rapiña. Keila Lagunas, trabajadora de una tienda de souvenirs, relató que incluso las emblemáticas figuras de ranas de su tienda fueron robadas durante los saqueos, un acto que inicialmente atribuyeron a la fuerza del huracán, pero que luego descubrieron se trató de un robo organizado.
Ayuda y recuperación
La situación comenzó a mejorar tres días después del huracán, cuando empezaron a llegar víveres y se instalaron plantas potabilizadoras de agua. La ayuda del sector privado fue crucial para restablecer las comunicaciones y los servicios esenciales, como destacó Emilio Jesús Moctezuma, jefe del Centro COPE-Punta Diamante de Telmex.
Reconstrucción y renacimiento
A pesar de la magnitud de la devastación, seis meses después, en abril de 2024, Acapulco fue sede del Tianguis Turístico, un evento clave para la reactivación de su economía. “Desde las cenizas fue que nos levantamos”, afirmó la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, al referirse a los esfuerzos de reconstrucción que permitieron al puerto recuperar parte de su actividad turística.
Mirando hacia el futuro
El huracán Otis dejó una huella profunda en Acapulco, pero también mostró la resiliencia de su gente. Aunque el camino hacia la recuperación total aún es largo, el puerto sigue en pie, demostrando que, como dice el dicho local, “fenómeno meteorológico que no mata, fortalece”.