España se encuentra en medio de una emergencia climática doble, con equipos de rescate que continúan buscando víctimas en Valencia tras las devastadoras inundaciones, mientras intensas lluvias afectan la ciudad de Barcelona, generando una alerta roja en la región.
Crisis en Valencia y alerta roja en Barcelona
Después de las lluvias torrenciales en Valencia, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha desactivado la alerta en esa región, pero ha trasladado el enfoque a Barcelona. La alerta roja en Barcelona llevó a la cancelación de más de 50 vuelos, interrupciones en trenes de alta velocidad y numerosos vehículos varados en carreteras inundadas. Aunque la alerta fue retirada este lunes por la tarde, las autoridades monitorean de cerca las lluvias para anticipar cualquier riesgo.
Búsqueda de desaparecidos en Valencia
En Valencia, las lluvias de la semana pasada han dejado al menos 217 personas fallecidas, la mayoría en la misma región, y un pequeño número en Castilla-La Mancha y Andalucía. Los rescatistas, apoyados por personal militar y buzos, trabajan en zonas aún afectadas como el estacionamiento subterráneo del centro comercial Bonaire en Aldaia. Aunque en los primeros vehículos revisados no se han hallado cuerpos, la situación es incierta, indicó el alcalde Guillermo Luján.
Tensiones sociales y visita de los reyes
Durante el fin de semana, los reyes de España, Felipe VI y Letizia, acompañados por el presidente Pedro Sánchez y el líder regional Carlos Mazón, visitaron la localidad de Paiporta, gravemente afectada por las inundaciones. La tensión social en la zona fue evidente, ya que algunos residentes manifestaron su descontento con lanzamientos de barro y gritos en protesta por la situación.
Medidas de emergencia y cierre de escuelas
Las autoridades de Valencia mantienen restricciones de circulación en varias vías afectadas y han decidido cerrar las escuelas de la región debido a las condiciones adversas y el riesgo de más lluvias. Las comunidades afectadas enfrentan la falta de electricidad y los bloqueos en las calles, complicando los esfuerzos de rescate y la recuperación de la zona.
Este desastre, que recuerda los desafíos climáticos cada vez mayores en España, sigue generando respuestas urgentes y el despliegue de recursos en múltiples frentes para atender a los afectados y mitigar las consecuencias.