A 10 días del derrumbe en la autopista 150D Veracruz-Puebla, líderes empresariales y la Diócesis de Orizaba solicitaron a Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) acelerar la remoción del material que bloquea más de 150 metros de carretera y ha provocado pérdidas económicas significativas en la región.
El vicepresidente regional Golfo de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA), Juan Manuel García González, señaló que el bloqueo ha roto la cadena de suministro de la industria transformadora, causando pérdidas millonarias. García destacó que la situación ha afectado también a los transportistas y otros sectores productivos que dependen de esta vía. Ante esta situación, los empresarios han dado a CAPUFE un plazo hasta el jueves 7 de noviembre para solucionar el problema, advirtiendo que el sector industrial considerará tomar medidas adicionales si no hay avances.
Por su parte, el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, expresó su preocupación por las afectaciones no solo económicas sino también en la seguridad de los automovilistas, quienes han debido desviarse a la carretera federal 150, donde se reportan incidentes de inseguridad y secuestros, como el ocurrido el 3 de noviembre en Acultzingo.
Tanto CANACINTRA como la Diócesis reiteran que la rápida reapertura de la autopista es crucial para reducir la duración de los trayectos, normalizar el flujo de mercancías y mitigar el impacto económico en la región.