
El Gobierno de España, encabezado por el presidente Pedro Sánchez, ha anunciado un paquete de ayuda de 10,600 millones de euros (11,550 millones de dólares) para apoyar a las personas y empresas afectadas por las inundaciones en Valencia, que causaron la muerte de 219 personas y destruyeron infraestructura vital en la región.
En una conferencia tras el consejo de ministros, Sánchez subrayó que las ayudas serán entregadas rápidamente y con mínima burocracia, en un esfuerzo por aliviar las pérdidas de “65,000 autónomos y 30,000 empresas” que se vieron perjudicadas. El Estado se compromete a cubrir el 100% de los gastos de los ayuntamientos para apoyar a los afectados y para la limpieza de las calles, actualmente llenas de vehículos y escombros arrastrados por la corriente.
A pesar de los avances, como el restablecimiento de la electricidad en un 98% de las viviendas y la reparación de parte de la red vial y ferroviaria, la situación en áreas como Paiporta, epicentro de la catástrofe, sigue siendo crítica. Maribel Albalat, alcaldesa de esta localidad, expresó la necesidad de más maquinaria y personal capacitado para retirar los escombros y permitir a los habitantes iniciar la reconstrucción de sus hogares y negocios.
Las labores de rescate y recuperación continúan, especialmente en estacionamientos subterráneos que aún permanecen anegados. La Unidad Militar de Emergencias (UME) ha desplegado bombas de extracción y equipos de buzos para agilizar la inspección de estas áreas. En la localidad de Aldaia, la UME trabaja en el estacionamiento de un centro comercial con capacidad de 5,700 plazas, de las cuales muchas siguen sumergidas. Hasta el momento, no se han reportado nuevos hallazgos de víctimas en esta zona.
Si bien la crisis meteorológica ha concluido, los efectos de la tragedia aún persisten. Los vecinos de varias localidades han manifestado su frustración, enfatizando la necesidad de una mayor presencia y apoyo del Gobierno en terreno.