
El tifón Yinxing, conocido localmente como Marce, impactó el norte de Filipinas causando inundaciones, deslaves y severos daños a viviendas y dos aeropuertos locales. La tormenta afectó especialmente las provincias de Cagayán e Ilocos Norte, donde derribó árboles y postes de electricidad y provocó la evacuación de más de 40,000 personas hacia zonas más seguras.
Los meteorólogos reportaron que Yinxing alcanzó vientos de hasta 150 km/h con ráfagas de 205 km/h antes de desplazarse hacia el Mar de China Meridional, donde se espera que continúe debilitándose antes de tocar Vietnam.
Daños en infraestructura y evacuaciones masivas
Las autoridades locales informaron que los fuertes vientos arrancaron techos en varias viviendas y dañaron infraestructura en Batanes, una de las provincias insulares más afectadas. Los deslaves también han complicado el acceso a algunas aldeas montañosas, por lo que aún se esperan informes más detallados sobre el impacto general del tifón en estas áreas.
Este nuevo desastre se suma a las afectaciones previas causadas por las tormentas Trami y Kong-rey, que en semanas recientes dejaron al menos 151 muertos y afectaron a casi nueve millones de personas. Estas tormentas provocaron graves inundaciones y deslaves que causaron daños de infraestructura y pérdidas agrícolas, ascendiendo a más de 14,000 millones de pesos filipinos (unos 241 millones de dólares).
Esfuerzos de recuperación y enfoque en la población afectada
Ante la situación crítica en la región, el presidente Ferdinand Marcos Jr. ha decidido enfocarse en la recuperación y no asistir a la próxima cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Perú. Hasta la fecha, más de 630,000 personas permanecen desplazadas debido a las tormentas consecutivas, y miles se encuentran en refugios de emergencia.
Filipinas, ubicado en una zona propensa a desastres naturales como tifones, terremotos y erupciones volcánicas, sigue fortaleciendo sus sistemas de respuesta ante estos eventos que afectan anualmente a millones de personas.
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