Las familias del pequeño pueblo alpino de Brienz, en Suiza, han comenzado a empacar sus pertenencias y realizar los preparativos necesarios para evacuar antes del próximo domingo, siguiendo una orden de las autoridades locales. La medida es una precaución ante la amenaza de un posible desprendimiento de rocas desde la montaña cercana, que podría poner en peligro al pueblo de alrededor de 90 habitantes.
El consejo de gestión de crisis de la ciudad de Albula, que abarca a Brienz en su jurisdicción, emitió la recomendación tras un análisis geológico que indicó que el desprendimiento de alrededor de 1.2 millones de metros cúbicos de roca es inminente. Christian Gartmann, miembro de dicho consejo, explicó que la decisión de evacuación se tomó con el fin de proteger a los residentes, aunque reconoció la resistencia de algunos vecinos que lamentan abandonar sus hogares de toda la vida.
Esta no es la primera vez que los habitantes enfrentan esta situación. En mayo del año pasado, se realizó una evacuación similar, y un desprendimiento de rocas posterior descendió por la montaña, aunque sin alcanzar el pueblo. Ante la nueva orden, las autoridades han instado a los aldeanos a llevar artículos esenciales, como ropa de invierno, computadoras y materiales escolares, para una estancia que podría prolongarse hasta por seis meses.
Aunque se han considerado varias opciones para mitigar el riesgo, como la detonación controlada de las rocas, esta alternativa fue descartada debido a las enormes cantidades de explosivos necesarios y los riesgos que implicaría. En su lugar, los equipos de emergencia trabajan para reducir la presión de agua bajo la tierra, lo que podría contribuir a estabilizar la zona.
Las autoridades han asegurado alojamiento temporal para la mayoría de los residentes, ya sea en instalaciones habilitadas o con familiares y amigos cercanos. Gartmann subrayó que, si bien se cubrirán los costos de la evacuación, no se otorgarán compensaciones por pertenencias personales dañadas, dado que el fenómeno es considerado una consecuencia natural.
Esta evacuación en Brienz es una medida cautelosa en respuesta a un proceso de erosión natural que ha afectado la montaña durante miles de años y que se ha acelerado en las últimas décadas, afectando la estabilidad del terreno y representando una amenaza para este antiguo poblado alpino.