El domingo, Rusia llevó a cabo un ataque masivo contra Ucrania, considerado el más intenso de los últimos tres meses, empleando 120 misiles y 90 drones. Según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenskyy, el objetivo principal de los ataques fue la infraestructura energética del país, dejando un saldo de víctimas y daños significativos en varias regiones.
Impacto en Sumy y otras regiones
En la ciudad de Sumy, al norte de Ucrania, un edificio de nueve pisos fue impactado, resultando en la muerte de ocho personas, entre ellas dos menores de edad, y dejando decenas de heridos. Las autoridades evacuaron a más de 400 personas del lugar mientras los rescatistas continuaban buscando posibles sobrevivientes.
En Mykolaiv, un ataque con drones causó la muerte de dos personas y heridas a seis más, incluidos dos niños. En Odesa, dos empleados de la empresa estatal de energía Ukrenergo fallecieron tras un ataque que afectó la infraestructura eléctrica, provocando cortes de luz y agua en la región.
Respuesta de Ucrania y sus aliados
El ejército ucraniano informó haber interceptado 144 de los 210 objetivos aéreos, incluidas varias unidades de drones Shahed de fabricación iraní y misiles de distintos tipos. A pesar de estos esfuerzos, los ataques dañaron gravemente una central termoeléctrica en Kiev, operada por la empresa DTEK.
El gobierno ucraniano ha solicitado reiteradamente apoyo internacional para fortalecer sus defensas aéreas, especialmente ante la proximidad del invierno, cuando los daños a la red eléctrica afectan a millones de personas.
Reacción internacional y nuevas medidas
En un movimiento significativo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó por primera vez el uso de misiles de largo alcance suministrados a Ucrania para posibles ataques dentro del territorio ruso. Esta decisión, que sigue a solicitudes persistentes por parte de Kiev, marca un cambio en la estrategia occidental de apoyo militar a Ucrania.
Situación en Rusia
En respuesta a los ataques ucranianos, el gobierno ruso reportó incidentes en regiones fronterizas como Kursk y Belgorod, donde drones ucranianos causaron la muerte de civiles y daños a infraestructuras locales. Moscú afirmó que sus ataques contra Ucrania se dirigieron a “infraestructuras energéticas críticas vinculadas a la industria militar”.
Un invierno incierto
El ataque masivo del domingo subraya las tensiones persistentes en la guerra entre Ucrania y Rusia, especialmente con el invierno acercándose. Las autoridades internacionales, como el Organismo Internacional de Energía Atómica, han expresado preocupación por la seguridad de las centrales nucleares y la infraestructura energética del país, que sigue bajo constante amenaza.