Israel continúa con los ataques a posiciones de Hezbolá en Líbano, mientras se discute un posible alto el fuego con el movimiento islamista respaldado por Irán. El gabinete de seguridad israelí tiene programada una reunión este martes para evaluar la propuesta, respaldada por el G7 y la ONU.
En las primeras horas de este día, un ataque israelí en Beirut impactó un edificio que alojaba a personas desplazadas, dejando al menos tres fallecidos. Además, los bombardeos alcanzaron 20 objetivos en el sur de la capital libanesa, zona donde Israel había advertido a la población que evacuara previamente.
La guerra entre Israel y Hezbolá comenzó en septiembre de 2024, como una extensión del conflicto que desde octubre de 2023 enfrenta a Israel con grupos en la Franja de Gaza. Esta escalada ha provocado el desplazamiento de miles de personas tanto en el sur de Líbano como en el norte de Israel.
La comunidad internacional, liderada por la ONU y la Unión Europea, ha reiterado su llamado a un alto el fuego. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, criticó la resistencia de Israel a cesar las hostilidades, mientras que el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, afirmó que las negociaciones están avanzando.
A pesar de estas señales, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, dejó claro que cualquier violación a un eventual acuerdo será respondida “con fuerza”. Las tensiones en la región siguen siendo altas, mientras la comunidad internacional observa de cerca los desarrollos en esta compleja situación.