
El gobierno de Estados Unidos ha negociado una prórroga del alto el fuego entre las fuerzas kurdas y los combatientes proturcos en la ciudad siria de Manbij, un punto estratégico en el conflicto que ha enfrentado a ambos grupos durante años. La tregua, que ya había expirado, se extenderá hasta el final de esta semana, y Washington buscará ampliar aún más el acuerdo para asegurar la estabilidad en la región.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, confirmó la extensión de la tregua y destacó los esfuerzos diplomáticos en curso para prolongar el alto el fuego de manera indefinida. “Estamos comprometidos en buscar una extensión más amplia del alto el fuego en el futuro cercano”, señaló Miller a los periodistas.
La ciudad de Manbij ha sido un importante foco de tensión en el conflicto sirio, especialmente entre las fuerzas kurdas, que han estado luchando contra las tropas turcas y sus aliados en el norte de Siria. La intervención de EE. UU. ha sido clave para mediar en estos acuerdos y reducir las hostilidades en la zona, al mismo tiempo que se busca evitar un mayor deterioro de la situación humanitaria y de seguridad.
Este acuerdo representa un avance en los esfuerzos por estabilizar el norte de Siria, aunque las autoridades estadounidenses continúan trabajando para lograr un acuerdo más duradero con Turquía, que ha mostrado preocupaciones por la presencia kurda en la región.
El alto el fuego es considerado un paso positivo, aunque las tensiones siguen latentes debido a las complejas dinámicas geopolíticas en la zona.