Las autoridades en Las Vegas han identificado a Matthew Livelsberger, un veterano de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos, como el conductor de la Cybertruck que explotó frente al hotel del presidente electo Donald Trump. La explosión, ocurrida el domingo, dejó un saldo de siete personas heridas, todas ajenas al incidente.
Detalles del incidente
La explosión se produjo cerca de la entrada principal del hotel Trump en Las Vegas. Según las investigaciones preliminares, la Cybertruck contenía morteros de fuegos artificiales y botes de combustible, lo que sugiere una acción deliberada. Livelsberger, de 37 años y originario de Colorado Springs, falleció en el acto.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran el momento exacto de la explosión, que provocó daños materiales significativos y causó pánico entre los transeúntes.
Líneas de investigación
La detonación está siendo investigada como un posible acto de terrorismo. Se ha identificado una posible conexión con otro incidente reciente en Nueva Orleans, en el que también estuvo involucrado un vehículo alquilado a través de la plataforma Turno. Ambos autores habían trabajado en la misma base militar, lo que ha generado especulaciones sobre un vínculo entre los hechos.
Las autoridades han comenzado inspecciones en varias direcciones asociadas a Livelsberger en Colorado Springs, buscando esclarecer sus motivaciones y posibles conexiones.
Impacto en la seguridad
Este incidente ha encendido las alarmas en torno a la seguridad de los lugares asociados con figuras públicas, como el presidente electo Donald Trump. Aunque no hay evidencia directa de que Trump fuera el objetivo del ataque, las autoridades han incrementado la vigilancia en propiedades relacionadas con él.
Respuesta oficial
Hasta el momento, ni la familia de Livelsberger ni las fuerzas armadas han emitido declaraciones oficiales. Las autoridades federales continúan investigando para determinar si existen redes más amplias relacionadas con los ataques recientes.
Este evento destaca la importancia de reforzar los protocolos de seguridad en espacios públicos y de analizar más a fondo los riesgos asociados con el uso de tecnología y redes sociales en la planificación de actos violentos.