
En un movimiento significativo para abordar el prolongado conflicto entre Israel y Hamás, ambas partes han firmado un acuerdo que establece un alto al fuego en la Franja de Gaza y la liberación gradual de rehenes, según informó la Oficina del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Detalles del acuerdo
El pacto fue alcanzado tras extensas negociaciones realizadas en Doha, Catar. Según el acuerdo, que entra en vigor el domingo 19 de enero, Hamás liberará a 33 rehenes israelíes, tanto vivos como fallecidos, en tres fases de 42 días. A cambio, Israel procederá con la liberación de prisioneros palestinos detenidos en sus cárceles.
Este acuerdo sigue una propuesta inicial presentada en mayo de 2024 por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y marca un paso importante hacia la desescalada del conflicto que ha devastado a la región en los últimos 15 meses.
Obstáculos en el proceso
El camino hacia el acuerdo no estuvo exento de tensiones. El jueves, Israel acusó a Hamás de intentar renegociar términos en el último minuto, mientras que representantes del grupo palestino aseguraron que las diferencias fueron resueltas. A pesar de esto, el acuerdo aún debe ser aprobado formalmente por el gabinete israelí, lo cual podría retrasarse debido a la oposición de algunos miembros, incluido el ministro ultranacionalista Itamar Ben Gvir, quien amenazó con abandonar el gobierno de coalición.
Impacto y contexto del conflicto
El conflicto, que comenzó en octubre de 2023 con ataques de Hamás en territorio israelí, ha dejado un saldo devastador: más de 46,700 palestinos han perdido la vida, y al menos 1,200 israelíes fallecieron durante los primeros ataques. A la fecha, 251 personas fueron secuestradas por Hamás, de las cuales se estima que 34 ya fallecieron.
Aunque el acuerdo representa una oportunidad para aliviar el sufrimiento en ambos lados, los enfrentamientos han continuado en la Franja de Gaza, incluso después del anuncio del pacto, con al menos 90 palestinos fallecidos en las últimas horas.
Expectativas
El acuerdo ha sido recibido con cautela tanto en Israel como en Gaza. Mientras algunos sectores ven esta medida como un avance hacia la paz, otros critican las posibles consecuencias estratégicas, como el rearme de Hamás.
El desarrollo del alto al fuego será clave para evaluar si este acuerdo puede convertirse en un punto de inflexión en el conflicto, marcando el inicio de una estabilidad duradera en la región.