
El gobierno de Ucrania negó este viernes que sus tropas en la región rusa de Kursk estén rodeadas por el ejército de Rusia, en respuesta a declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien había asegurado que miles de soldados ucranianos se encuentran en una “situación muy mala y vulnerable”.
Contradicciones sobre la situación en Kursk
Durante una llamada con Vladimir Putin, Trump pidió al mandatario ruso clemencia para los soldados ucranianos y abogó por un cese al fuego en la región. Más tarde, en su red social Truth Social, reiteró su preocupación por el supuesto cerco ruso sobre las fuerzas de Kiev.
Sin embargo, el Estado Mayor ucraniano negó la versión de Trump y aseguró a través de su cuenta de Facebook que “no hay amenaza de que nuestras unidades estén rodeadas” en Kursk.
Por su parte, el presidente Volodímir Zelenski reconoció que la situación en la región es “muy difícil”, pero destacó que la incursión de Ucrania en territorio ruso permitió reducir la presión sobre otras zonas de combate dentro de su país.
Putin reitera llamado a la rendición
Tras su conversación con Trump, Putin instó nuevamente a los soldados ucranianos a rendirse, garantizando que recibirán un “trato digno conforme a las normas del derecho internacional” si entregan las armas.
Mientras tanto, las fuerzas rusas reivindicaron la reconquista de la localidad de Goncharovka, mientras continúan los bombardeos contra objetivos en Ucrania, incluyendo infraestructuras energéticas.
Por su parte, Kiev respondió con ataques de drones sobre depósitos de misiles en Belgorod y otras instalaciones estratégicas en territorio ruso, en una guerra que, después de más de tres años, sigue sin una solución diplomática a la vista.